Antes de definir los objetivos de tu investigación, resulta esencial que lleves a cabo una breve revisión teórica de entrada. Ésta, te permitirá tener una mejor visión de la temática que deseas abordar.
1. Investiga Trabajos Similares
En primer lugar, te sugiero indagar antecedentes de estudios similares, que aborden la problemática que estás pensando investigar.
Al respecto, te comento que es un error común, restar importancia a los antecedentes, e incluirlos solo por cumplir como un requisito.
¿Qué necesitas buscar en ellos?
En la fase inicial, observa cómo otros investigadores formularon los objetivos, cuáles fueron sus variables, sus dimensiones e indicadores, qué autores les ayudaron a sustentar sus resultados. ¡Investiga a esos autores!
2. Valida Que Tu Tema Esté Sustentando Por Autores
Realiza una breve revisión teórica de entrada, así tendrás una mejor idea acerca de cómo definir un objetivo general tentativo.
¿Por qué tentativo?
Porque hasta tanto, no consultes a distintos autores especializados en la temática abordada, no tendrás un visión objetiva.
3. Formula Objetivos Con Sustento Teórico
No te apresures a elegir una temática sin hacer una revisión teórica previa. Ese es un error común
Si eliges una variable rica en fuentes bibliográficas, la elaboración del marco teórico resultará mucho más sencillo y fluido.
Además, al estar avalado por reconocidos autores, tu estudio tendrá una mayor validez científica.
NO TE Compliques
Claro está, si decides crear una nueva teoría, te deseo la mejor de las suertes.
Pero, si eres un investigador novel, que quiere realizar nuevos aportes a temas ya abordados por otros autores, te sugiero que tomes el camino corto.
Si eliges una variable poco explorada, tendrás que dedicar mayor tiempo y esfuerzo a sustentar los conceptos que decidas estudiar.
Una vez que, hayas validado el carácter científico de la temática que abordarás, puedes avanzar en la formulación de los objetivos de la investigación con una visión más clara.